¡Bienvenides a 2023, cultivemos Jnana!

Saludos lectores y lectoras, espero que hayáis empezado bien el año sean cuales sean vuestras circunstancias de vida y que en ellas podáis poner un poquito de luz y unos toques de humor, requisitos indispensables para que no nos arrastre lo externo cuando no se da nuestro escenario ideal de salud, dinero y amor. Yo os confieso que de salud he acabado y empezado año con un fuerte virus que me ha dejado en cama y algo tocada, pero mentalmente me siento positiva, alegre y con buen humor.
Voy a centrarme en el post de hoy, en "Jnana" esa rara palabra sánscrita de difícil pronunciación pero muy útil para cultivar en el día a día. Jnana significa conocimiento o conciencia y da nombre a uno de los cuatro estilos tradicionales del yoga antiguo, Los otros tres son Karma yoga (acción desinteresada), Bhakti yoga (práctica devocional) y Raja yoga (auto control mental). Volviendo a Jnana yoga, se entiende como un camino de estudio y conocimiento del Ser para llegar a Samadhi o la autorealización. Jnana propone cuatro pasos y seis actitudes a cultivar para llegar a su objetivo. No voy a explicarlas hoy, pero por mencionaros algún ejemplo, el Jnana yoga promueve la tranquilidad como actitud vital (algo parecido a la ecuanimidad budista), el entrenamiento de los sentidos, la toleraancia o la concentración entre otras cualidaddes. Recogiendo el hilo y volviendo a la traducción literal de Jnana que he mencionado antes, quiero centrarme en la importancia de recibir conocimiento, de escuhar, de leer, de analizar y de cuestionarse las cosas para poder discernir lo que es o no verdad o en última instancia lo que es o no válido para cada una, sino nos convertimos en personas rígidas, cerradas de mente y muy poco predispuestas a otros puntos de vista o visiones de vida. Retomando el camino de Jnana yoga, se trata de un sendero de renuncia que sólo unos pocos monjes en India transitan, pero nosotres a través de la curiosidad podemos cultivar en el día a día, tanto leyendo un artículo de psicología, ciencia, filosofía u otra materia, como en nuestra práctica de yoga, ya que nos da una información directa de ciertos aspectos físicos, mentales, emocionales e incluso universales.
Me he animado a escribir este post porque hace una semana, estando casi en Nochevieja, con familia en casa, una gripe muy fuerte y con sólo cuatro días de antelación, me avisaron para hacer un exámen impoarte que "tenía" que haber sido en julio y con el que ya no contaba. El caso es que el exámen puede que no me saliera bien porque no tuve tiempo de prepararlo, pero me ha servido para que en estos días haya leído artículos, revisado textos y practicado en la esterilla cosas que me preguntaron y que o no supe responder o no con exactitud. No negaré que quiero aprobar, pero puedo afirmar que ahora sé o tengo mayor conocimiento sobre Yoga que hace una semana, porque me apasiona y no me canso de investigar sobre el tema y aunque llevo años de práctica y como profesora, creo que sólo estoy en la punta de un iceberg gigante, tan profundo y tan sabio que me maravilla cada día por lo inmenso de su conocimiento lo que me lleva a sentir un profunto respeto por los yoguis y rishis que investigaron y encontraron esta joya de técnica que abarca todos los aspectos del ser humano y la naturaleza, así que hoy acabo dando las gracias, por el nuevo año, por estar viva, por el exámen y por ser parte de esta cadena de trasmisión yóguica.